En los últimos años, nos acostumbramos a ver a un Atlético de Madrid que sabía cómo desenvolverse en su propia mitad de campo. Esta temporada, además, añadió nuevas prestaciones a su ataque, y eso le ha llevado a ganar su primer título de LaLiga desde 2013-14. Marcos Llorente ha sido el mejor ejemplo de ello.
Hay muchas maneras de ponderar la diferencia entre Real Madrid y Atlético de Madrid esta temporada. El más obvio y relevante son los puntos. El Madrid logró 84. El Atlético, 86. Otro factor ha sido Marcos Llorente. El Atlético lo tiene. El Real (ya) no.
Podríamos enfrascarnos en un debate acerca de si tenía o no sitio en el Real Madrid cuando se mudó al otro lado de la capital en junio de 2019, pero lo que parece obvio es que el Estadio Metropolitano no fue una elección equivocada por parte del jugador. Sobre todo, si atendemos al desenlace de LaLiga 2020-21.
En cuanto a su contribución al ataque de Diego Simeone, sus guarismos han sido fantásticos. Con 12 goles y 11 asistencias, ha sido el primer jugador del Atlético desde Diego Forlán (32 goles y 10 asistencias) en la 2008-09 en lograr dobles figuras de goles y asistencias en una misma temporada.
Si el Atlético no se hubiera proclamado campeón, es posible que hubiéramos enfocado este artículo señalando únicamente la exuberancia de sus números. Pero dada la situación, es una obligación para nosotros desgranar el rendimiento este jugador de forma más detallada.
La realidad de LaLiga a día de hoy es que se necesita un rendimiento casi perfecto para que un club que no sea Real Madrid o Barcelona gane el campeonato. Y eso es exactamente lo que han hecho Simeone y Llorente. Sus 12 goles provienen de un valor xG de solo 3.41, lo que significa que casi ha multiplicado por cuatro lo que se espera de él en la faceta anotadora. Ese diferencial entre goles y expected goals de 8.59 fue el más alto de LaLiga:
Teniendo en cuenta el diferencial de las cinco grandes ligas europeas, terminó solo por detrás de los 8.77 de Robert Lewandowski. Y con sus asistencias ocurrió algo similar. Las 11 que logró provenían de 5.38 expected assists, lo que significa que sus compañeros de equipo culminaron aproximadamente el doble de las ocasiones que él generó:
Ahora bien, las diferencias positivas entre asistencias y expected assists fueron más un indicativo de la contundencia de sus compañeros a la hora definir que de la calidad de sus pases de gol, pero en el contexto del equipo, significa que se hicieron bien las cosas.
Podemos llamar suerte por a estos números de Llorente o capacidad de definición top cerca del área rival, como usted prefiera. Lo que está claro es que el equipo necesitaba desesperadamente algo así desde la marcha de Antoine Griezmann. Y, sin duda, fue un factor reseñable en la temporada del Atlético. Se ha dicho que los colchoneros se complicaron la vida más de lo necesario. Como contamos hace unas semanas, tenían un 79.9% de posibilidades de ganar la liga el 1 de febrero, cuando tenían una ventaja de 10 puntos. Un colchón que terminó siendo de solo dos unidades. Se podría decir que, aun dejándose puntos desde entonces, tanto ellos como su rival ciudadano fueron los que han alargado la pugna hasta la última jornada. Pero la realidad es que el objetivo nunca fue sencillo y, globalmente, el equipo hizo más de lo esperado, no menos.
En la temporada pasada, se esperaba que el Atlético anotara 58.2 goles. Marcó 51 y acabó en tercer lugar tras Real Madrid y Barça. Esta temporada, su rendimiento xG ha estado a otro nivel (67 goles, 53.1 xG), y ha liderado la competición también en ese aspecto con un valor positivo de 13.9. Ha sido el cuarto diferencial más alto de las cinco mejores ligas de Europa, y han necesitado que así sea porque no hablamos un conjunto que cree ocasiones con la misma regularidad que otros equipos. Fue el cuarto equipo con más remates totales de LaLiga, y su total de 53.1 en xG fue el sexto de la competición. Convertir esos registros en un título es tan fácil como ser el contable de Tony Soprano en temporada de impuestos.
El Atleti también ha tenido un rendimiento superior a nivel defensivo, evitando 12.9 goles encajados respecto a la expectativa defensiva. Esto lo ha situado en primer lugar en las cinco grandes ligas de Europa. Y esta sí es una historia que estamos más acostumbrados a contar y no haremos que Jan Oblak le robe protagonismo en este artículo a Llorente. En resumen: la eficiencia ofensiva añadida le convierte en un equipo que, al sumar xG a favor y xG en contra, ha acumulado alrededor de 27 goles por encima de lo esperado. El Lille campeón de Ligue 1 ha sido el siguiente mejor.
Es la misma historia que contamos del Monaco 2016-17, con un diferencial total superior a 40 goles en su camino hacia su célebre título de Ligue 1. La misma historia que nos dijo que si el Tottenham no ganó la Premier League 2016-17 con un rendimiento superior global a 30,1 goles, probablemente no la ganaría nunca.
Este ha sido el primer título de Liga de Llorente, que estaba cedido en el Alavés cuando el Real Madrid ganó LaLiga 2016-17. Y en cuanto a su contribución, podemos ir más allá de los goles y las asistencias para comprender mejor los detalles de cómo el equipo de Simeone ha ofrecido este rendimiento en relación a su mediocampista.
Esta es la primera temporada desde la 2011-12 en que el Atlético ha tenido más balón (52% de posesión) que sus rivales. Su precisión en pases (83.1%) es la más alta que tenemos registrada desde 2005-06, al igual que su precisión en pases que terminaron en el último tercio (72.6%).
Llorente ha contribuido a elevar esos porcentajes con tasas del 84.6% y el 78.5%, pero también ha sido un jugador que ha tenido mucho que ver en convertir la mera posesión en situación de gol.
El tiempo medio de secuencia del Atlético ascendió a los 9.4 segundos a comparación de los 7.5 segundos de hace una temporada, por lo que se deduce que su velocidad directa bajó de 1.65 metros por segundo a 1.43. No jugó de forma tan directa como en anteriores temporadas, y Llorente también formó parte de esa alteración de estilo. La duración media de las secuencias en las que él participó aumentó de los 13.9 segundos de la temporada pasada a los 16.2 en la actual. Y en términos de posicionamiento, esas secuencias comenzaron 3.3 metros más cerca de la banda derecha que hace una temporada.
Llorente aumentó su porcentaje de pases completados en el último tercio del 71.8% al 77.8%. Sus centros en jugada se vieron incrementados de 0.53 cada 90 minutos a 1.85, pero sin que se viera drásticamente reducida su precisión (25% en 2019-20, 24.6% en 2020-21). Y las ocasiones creadas cada 90 minutos han aumentado de 1.05 a 1.34.
Cuando pensamos en el mediocampo del Alético pre-2020-21, pensamos en Koke, Saúl y Yannick Carrasco. Pensamos en el Thomas Partey que se fue. Pensamos en ellos como partes fundamentales del sistema de Simeone. Lo que ha añadido Llorente no son solo goles y asistencias. Más bien se ha convertido en uno de esos jugadores troncales en un mediocampo que ha sido más resolutivo que en años anteriores. Y el resultado ha sido una amenaza de ataque tangible en ambas bandas. Llorente y Carrasco se han unido para estar entre los centrocampistas de LaLiga que han participado en más secuencias que terminan en gol cada 90 minutos. Entre jugadores con al menos 1.500 minutos disputados, Llorente es segundo y prácticamente dobla su marca de 0.46 cada 90 minutos de la temporada pasada, mientras que Carrasco en la izquierda aumenta en 0.43:
Llorente ha protagonizado muchas menos secuencias que empiezan en el tercio de ataque que otros jugadores de la lista. Llorente ha promediado 8.0 por partido, mientras que jugadores que están justo debajo de este top-5 como Frenkie De Jong (9.1) y Sergio Canales (12.1) participaron en ocasiones producidas más adelante, igual que Carrasco (12.6) y Kroos (16.3).
¿Cómo terminan esas secuencias? Idealmente, con un delantero. Luis Suárez ha marcado 21 goles con un valor xG de 16.2 esta temporada. Ese diferencial superior de 4.8 ha sido mejor que el de sus últimas tres temporadas con el Barcelona (62 goles, 59.8 xG). Llorente ha completado 55 pases a Suárez. Doce se tradujeron en ocasiones de gol, con tres asistencias.
Así que, de las 41 ocasiones que creó Llorente, casi el 30% fueron para Suárez. Nadie más en el equipo generó dobles dígitos en ocasiones para otro compañero, por lo que fue esta asociación entre dos jugadores que, o bien no estaban en el club la temporada pasada (Suárez), o todavía no eran una parte importante del plan (Llorente), lo que dio lugar a más ocasiones creadas que cualquier otra combinación.
¿Cuál fue la más importante de sus asociaciones? El 7 de marzo, Llorente recogió un pase desde atrás y condujo con ritmo al espacio por banda derecha, encontrando a Suárez en el corazón del área rival. El charrúa dejó que el balón rodara sobre su pie derecho para definir de forma paciente a un toque en el minuto 14 y darle así ventaja de 1-0 al Atlético.
Esa jugada fue contra el Real Madrid. Sin ese gol y el punto que supuso ese empate a uno contra los blancos, los colchoneros quizá no hubieran celebrado el título.
Traducido por Albert Valor. Diseño a cargo Matt Sisneros.
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